Si notas que tu perro o gato cojea, evita apoyar una pata o muestra signos de dolor al moverse, es natural que te preocupes. Estos síntomas pueden estar relacionados con una fractura, una luxación o un problema muscular o articular. En estas situaciones, las radiografías se convierten en una herramienta clave para saber qué está ocurriendo y decidir el mejor tratamiento.
Las radiografías permiten observar el interior del cuerpo de tu mascota, especialmente el estado de los huesos y las articulaciones. A diferencia de una exploración física, que solo puede evaluar signos externos o el grado de movilidad, una imagen radiológica revela si hay:
Fracturas, fisuras o desplazamientos óseos
Cambios degenerativos en articulaciones
Presencia de cuerpos extraños
Problemas de crecimiento en animales jóvenes
Malformaciones o alteraciones en la alineación
Gracias a esta información, el veterinario puede confirmar o descartar una sospecha clínica con mayor precisión.
Cuando se trata de problemas musculoesqueléticos, un buen diagnóstico es fundamental. Las radiografías ayudan a definir con claridad qué está afectando a tu mascota, lo que permite al veterinario:
Decidir si se necesita cirugía o si puede optarse por un tratamiento conservador
Elegir el tipo de intervención más adecuado
Seleccionar los implantes quirúrgicos más apropiados si se requiere una operación
Evaluar la gravedad del problema y su posible evolución
Además, en fracturas complejas o lesiones articulares, puede ser necesario tomar imágenes desde varios ángulos para planificar cada paso del tratamiento.
El uso de radiografías no termina con el diagnóstico. Durante el proceso de recuperación, permiten comprobar si el hueso está soldando correctamente o si los implantes utilizados siguen en su sitio. Esto es especialmente importante en cirugías ortopédicas, como las que se realizan con implantes de BETA Implants, ya que un seguimiento radiográfico adecuado puede evitar complicaciones y mejorar los resultados.
Sí, las radiografías son procedimientos seguros. La exposición a radiación es mínima y se realiza bajo estrictos controles. En algunos casos, si el animal se mueve mucho o la posición es dolorosa, puede requerirse una sedación leve para asegurar la calidad de la imagen sin causar molestias. El equipo veterinario siempre valorará lo mejor para tu mascota.
Si detectas cojera, dolor al moverse, hinchazón en una extremidad o cambios repentinos en la movilidad de tu mascota, lo mejor es acudir cuanto antes a tu veterinario. Una valoración clínica y, si se considera necesario, una radiografía permitirán actuar rápidamente y evitar que el problema se agrave.
En BETA Implants trabajamos junto a profesionales veterinarios aportando soluciones quirúrgicas adaptadas a cada caso, siempre basadas en un diagnóstico preciso y bien fundamentado.
Si eres tutor, no dudes en llevar a tu perro o gato a tu veterinario de confianza ante cualquier sospecha de lesión.
Si eres veterinario, puedes contactar con BETA Implants para recibir asesoramiento técnico sobre opciones de tratamiento quirúrgico adaptadas a cada caso ortopédico.